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Arquitectos: Graça Vaz, Raul Sousa Cardoso
- Área: 110 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Jose Campos
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Integrado en un contexto residencial híbrido, que cruza referencias urbanas y rurales, la casa mortuoria emerge como un filtro entre ellos y el universo de contemplación de las montañas distantes.
Limitados por la carretera municipal, las tierras de cultivo y la Iglesia de Vila Caiz, los volumenes construidos confluyen entre los ejes existentes en el suelo, enmarcando el paisaje y la orientación solar.
La materialidad del edificio se integra y filtra el contexto en el que opera a través de las rejillas de hormigón (filtrando la luz y las vistas), pisos de granito, muros y paneles de color blanco.
El espacio interior resulta de la interconexión entre tres espacios definidos por un atrio y dos salas que se pueden unir o fragmentar en función de las circunstancias.
La vista hacia las montañas distantes en combinación con un tanque de agua que se refleja estratégicamente en la pendiente del techo y las paredes del edificio, son factores que catalizan un ambiente de neutralidad, silencio e introspección.